domingo, 16 de noviembre de 2008

Gota a gota

Gota a gota
Octubre 23 de 2008


La semana pasada un reportaje de la Revista Cambio reveló la dimensión del mercado de crédito informal en Colombia: ocho de cada diez créditos son informales. Nada más indicativo de la realidad nacional que un problema que expresa tanto las falencias de la economía formal para incluir a toda la población dentro de un capitalismo democrático como los problemas de valores y conductas de los colombianos.

Puede que en términos de volumen total de recursos del sector financiero, los créditos informales no constituyan una porción tan alta de la asignación de préstamos. Pero el hecho de que el mayor número de transacciones crediticias no sean producto de instituciones financieras reguladas por el Estado, es una advertencia que la economía formal del país presenta graves fallas en cuanto a su democratización. El crédito, una de las partes fundamentales del capitalismo moderno, es un servicio de lujo.

En teoría una banca democrática cumple la función de captar los ahorros de la sociedad para que su clase empresarial pueda financiar la producción económica. A cambio de utilizar esos recursos los empresarios pagan unos intereses que incluyen las pérdidas de los préstamos no recuperados. Una banca eficiente debe evitar los préstamos a empresarios que no estén en condiciones de pagar porque encarece el crédito a quienes sí están comprometidos en ampliar el sector productivo nacional.

La decisión de no pagar un crédito puede obedecer a que el empresario simplemente no tiene cómo hacerlo -por quiebra o iliquidez- o a que por razones éticas decide no cumplir sus deudas. Los bancos deben entonces identificar las probabilidades de pago de los empresarios para evitar que la plata de los ahorradores se diluya. Existen tres mecanismos básicos para garantizar que los clientes cumplan sus compromisos: activos físicos, fiadores e historial crediticio.

El problema en Colombia es que un 80% de los clientes de préstamos no cuentan ni con activos ni con fiadores ni con historial de crédito para acceder a la banca formal. Deben buscar créditos en el sector informal que cuenta con otro mecanismo para garantizar los pagos: la disuasión armada. La violencia se convierte así en un medio alternativo para lograr que los potenciales clientes acudan al sistema sólo cuando están seguros de poder pagar, y de paso, evitan que muchos individuos pobres de ética decidan eludir sus compromisos crediticios. En otras palabras, el sistema bancario informal es un caso más donde la violencia se convierte en un mecanismo efectivo de regulación económica para aquella población que no puede ser atendida por el sector formal debido a sus barreras estructurales (falta de activos, conocimientos de las transacciones, etc).

Lo más grave es que la mayoría de esos clientes son capaces de pagar las tasas de usura del sector informal. Los famosos sistemas de ‘gota a gota’, pese a su brutalidad e infamia, cumplen una función importante al permitir a muchos empresarios de bajos recursos y nula liquidez sobrevivir en medio de riesgosas transacciones. Sin importar los problemas de estos sistemas económicos los individuos cumplen sus obligaciones.

La gran pregunta es: ¿cumplirían estos mismos individuos sus obligaciones si no existiera una amenaza violenta? Si fuera así los bancos no tendrían mayores problemas para atenderlos. Quizá este ejemplo sea una advertencia de los problemas éticos que afronta la sociedad colombiana y que deberíamos reconocer si quisiéramos en verdad modernizar nuestra sociedad.

(*) Profesor de la Universidad de Los


comentario:

mi opinion frente a este tema es que, la verdad, a muchos pardres, cabeza de hogar, les toca meterse en estas culebras con tal de que no aguante hambre su familia.


y otra cosa es, que estos creditos, son un verdadero robo para las personas que se meten en esto, por que los prestamista se aprovechan de la desesperacion de sus clientes para cobrar carisimo por lo que prestan, y como la unica forma en este pais de que la gene pague es con violencia, entonces pues asi les toca que cobrar.





6 comentarios:

LiNa aRiAs dijo...

pienso que este tema del gota agota es algo serio pues atrae a todas las personas de estractos bajos... pues es un metodo facilista de coseguir dinero.
creo que es mejor hacer un credito en un banco que es mas seguro y esta con la ley...

Luza Rodriguez dijo...

Personalmente considero que es responsabilidad del Gobierno, que los bancos no les faciliten los préstamos a las personas de bajos estratos sociales, es su deber promover estos créditos y la flexibilidad en cuanto a la aprobación de los mismos. Es por esto que las personas solicitan creditos informales y meten su dinero en supuestas empresas que al "invertirlo" se los multiplican. El estado debería entrar a reevaluar el sistema financiero para que todas las personas puedan tener acceso a un los créditos financieros.

Carolina Riascos dijo...

Este tema de el ''Gota a gota'', en mi concepto es realmente serio, por mucha necesidad que una persona tenga, creo que existen otras formas menos peligrosas y mas seguras de prestar dinero. Por muy bajo que sea tu estrato, debes buscar la via LEGAL.

Veronica Bonilla dijo...

pienso qu esto del gota a gota es algo muy triste para las familias de más bajos recurdos que tienen que optar por este medio yaque no tienen otra salida para poder salir adelante y estar mas o menos bien economicamente

Veronica Bonilla dijo...

estoy de acuerdo porque lo que dice es la completa verdad en el pais las personas de más bajos recursos les toca meterse en estos creditos ilegales con tal de que su familia no aguante hambre, y no saben que esto lo unico que trae es serios problemas ya que si no pagan con dinero pues pagan con la vida pero en conclusion pagan porque pagan

♥☼aRuLa♥♫■ dijo...

creo que las personas pobres a causa de que los bancos no les prestan dinero acuden a este tipo de prestamos que en realidad es una farza pues les cobran casi el doble del dinero prestado pero como no tienen otra opcion caen en estos prestamos....